Filomena se marchó pero nos ha dejado una ciudad sumergida en el caos: calles y avenidas llenas de nieve, transporte público sin poder funcionar, se suspendieron las actividades educativas presenciales, etc.
Por cierto, Filomena es un personaje femenino de la mitología clásica griega y (¡aviso para familias con niños pequeños!) su historia es bastante dramática. Y Philomena también es el nombre que se le dió a un asteroide de los que forman parte del "Cinturón de Asteroides" (que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter) de nuestro Sistema Solar.
Como la nieve y el frío sigue entre nosotros (y así debiera de ser, que para eso estamos en invierno), hoy voy a continuar con más obras musicales que nos pueden acompañar en estos gélidos días de pos-borrasca. Después de la nieve caída, es el turno de las heladas (con cuidado los que tengáis que salir de casa, hay placas de hielo por todas partes). Preparad una taza de infusión calentita que cada una de las piezas que os voy a proponer tiene algo que la hace especial.
Empezando por las composiciones más antiguas, tenemos un hipnótico canto en el aria "What Power art thou" (conocido como "Cold Song"), del acto III de la ópera dramática "King Arthur" de H. Purcell (c. 1659-1695). Os recomiendo la interpretación de Klaus Nomi (1944-1983), extravagante intérprete, ¡os va a fascinar! (Si tenéis Spotify, hay una versión remasterizada de 2019 altamente recomendable) y esta de un soprano de 14 años llamado Aksel Rykkvin. Sting también tiene su interpretación de la misma pieza, pero para mí es mucho más sugestivo y atrayente la versión de Nomi.
Otro número de la misma semi-ópera*, es "See see, we assembly" (conocido como "Chorus of the Cold People"), también en el tercer acto.
*Esta obra está considerada una semi-ópera porque los personajes principales no tienen partes cantadas, sino que hablan y recitan sus textos.
Usando los versos de W. Shakespeare (c. 1564-1616) "Blow blow thou winter wind", los compositores T. Arne (1710-1778) y J. Rutter (1945) escribieron sendas composiciones musicales. Una para coro (Rutter) y otra para voz sola con acompañamiento de teclado (Arne).
"In the Bleak Midwinter" es un villancico basado en un texto de la poetisa C. Rossetti (1830-1894), quien escribió un libro de canciones infantiles titulado Sing-Song: A Nursery Rhyme Book. Las melodías más conocidas para el poema de Rossetti fueron compuestas por G. Holst (1874-1934) y H. E. Darker (1888-1976). Susan Boyle (que se hizo famosa tras su participación en la edición de 2009 del programa televisivo Britain's got talent) tiene grabada una versión, así como el también británico Jamie Cullum.
Muy similar (por el título) es la pieza "Mid-Winter" de Bob Chilcott (1955), pero son dos composiciones diferentes.
Nos trasladamos al mundo francófono para conocer dos piezas: la primera, Soir d'hiver, es una canción de la francesa N. Boulanger (1887-1979). Sirva aquí para reivindicar su figura en dos vertientes: como mujer músico y como compositora, ya que se la recuerda más como profesora. La segunda es Un Soir de Neige de F. Poulenc (1899-1952). Se trata de una bonita obra coral que dura unos seis minutos. Cantata de cámara, para seis voces mixtas a capella, sobre poemas de P. Éluard (1895-1952), tampoco es una composición muy conocida.
Dejamos las obras vocales y nos adentramos en el mundo sinfónico:
- La Sinfonía "Alpina", op. 64, de R. Strauss (1864-1949). Fue el último gran poema sinfónico que compuso su autor. Es música programática en cuanto a que narra, usando el lenguaje musical, la ascensión a un pico de los Alpes bávaros, y el posterior descenso al valle. La obra consta de 10 números que se tocan seguidos y una ejecución supera fácilmente los 50 minutos.
- La Sinfonía número 7 "Antárctica" de R. Vaughan Williams (1872-1952) se compuso aprovechando mucha de la música que compuso para la película "Scott of the Antartic" (1947). Es una obra para gran orquesta, con cinco movimientos y una duración aproximada de 40-45 minutos.
- La Sinfonía número 8 "Antarctic" de P. M. Davies (1934-2016) se compuso por encargo para conmemorar el 50 aniversario de la obra de Vaughan Williams, aunque fue completada tres años más tarde. Es de un único movimiento, pero contiene cinco secciones, a modo de reflejo de la obra de Vaughan Williams.
- Cantus Arcticus op. 61 (1972) del finés E. Rautavaara (1928-2016) es un concierto para pájaros y orquesta. El canto de los pájaros participan en la interpretación de la obra a través de una grabación en cinta mágnética. Se grabaron en regiones cercanas al Círculo Polar Ártico. Esta es una de las obras más conocidas de este compositor, pero me consta que Rautavaara no es una figura muy conocida fuera de su propio país, así que desde aquí os animo a que lo conozcáis un poco más porque su lenguaje artístico me parece de calidad y muy original.
Y hasta aquí ha llegado la entrada de hoy. Espero que os haya gustado. Que sea leve la semana que nos queda y ¡nos vemos pronto!
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